A FAVOR DE LA VIDA...
Hay por ahí un libro titulado "Yo aborté" (o similar), en el que se recogen testimonios de mujeres que se sometieron a abortos y que lo pasaron tan mal, que quieren que nadie siga su ejemplo. Absurdo. Porque también hay miles de historias espeluznantes de partos (o alumbramientos) y sin embargo nadie por eso decide no tener hijos.
Y parece ser que cierta megalibrería ha desestimado el libro para venderlo en sus tiendas, no por razones morales, evidentemente. Pero acto seguido algun grupo de fanáticos les ha condenado por ir en contra de la vida y estar a favor del aborto.
Vamos, que hay que reirse. Hay que reirse por no llorar, quiero decir. "A favor de la vida" es un concepto que debería ser más grande y referirse a otras cosas. Y mira para qué fin tan mezquino lo han ido a emplear.
Qué afán tenemos de ocuparnos de la vida de los demás. Cómo nos gusta dar directrices morales de cómo se debe y cómo no se debe vivir. ¿No sería mejor emplear tanta energía en algo más productivo?
Cuando la gente no se muera de hambre y misera, lo mismo aquí que en el tercer mundo, es cuando deberíamos plantearnos otras cuestiones, si aun nos quedan ganas. Mientras tanto sobra tanto esfuerzo. Sólo que pontificar es mucho más facil que arremangarse y ponerse manos a la obra.
1 Comments:
Eso mismo, la libertad, es lo que debe mover el mundo. El deseo de que cualquier persona la posea (o que tenga posibilidades de poseerla). Y si alguien quiere abortar, por los motivos que sean, nadie es quién para juzgar su decisión, ya sea la Iglesia, el Papa, ZP o Perico de los palotes.
Hay que dejar bien claro, a quienes aún no lo han entendido (o no quieren enterderlo, porque no les interesa), que el ser humano está en disposición, siempre que no haga daño a nadie, de hacer lo que le venga en gana. Y el derecho a la vida que pregonan los que están en contra del aborto, es un derecho necio, porque no incluye la posibilidad de libertad: sólo se dedican a guiar a las madres por el camino que ellos quieren, y eso no es camino, es un infierno.
Una madre es la responsable directa de la vida que lleva dentro de sí; nadie más que ella tiene el derecho de decidir qué hacer. Y la opción que elija debe ser respetada.
Libertad para todos, que no es algo tan utópico, me parece.
Saludos.
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