BOLAÑO Y YO
Hasta este fin de semana yo era incondicional de Roberto Bolaño. Le descubrí con "Los detectives salvajes", y me refrendé en mi adesión con "2666". Son libros largos, donde en la trama se entrelazan multitud de historias y al final uno se queda con la ción de que falta algo.
Durante este fin de semana he leido dos más de sus libros "Amberes" y "Monsieur Pain" y ya sé lo que falta, qué es lo que se echa de menos al cerrar el libro: el final.
Que "2666", su obra póstuma, haya quedado inacabada... bueno. Pero ¿y las demás? Bolaño escribía bien, es un maestro. Pero sus tramas se deshacen en humo, en nada.
En fin, es una desilusión. Y sin embargo, estoy segura de que leeré todo lo suyo que aún me queda. Porque por otra parte, el no saber terminar una novela, o terminarla de cualquier modo, es algo muy usual.
4 Comments:
La verdad eres una lectora increible e incansable, reconozco que me das un poco de envidia, bueno envidia no, ganas de leer como tu, aunque fuera sólo un 50%.
Un saludo.
La suerte es que tengo mucho tiempo libre.
Es una suerte de cojones, eso seguro, pero también hace falta voluntad; ¿cuántos tienen horas y horas al día para lo que quieran y se deshacen y consumen sentados tras la tv o pensando en el ayer?
La lectura necesita de tiempo, en efecto, pero también de anhelo y necesidad. Una mente inquieta abraza los libros; una superficial, no.
Saludos.
A mí también me disgustaron los finales de Los detectives salvajes y 2666. La última parte de 2666 es exquisita, llena de una belleza misteriosa, pero no entendí ese final que parece una forzada parodia de la novela clásica de educación (bildungsroman). Y el comienzo de la última parte de Los detectives salvajes, con ese aire de road movie, es aterrador, con un aire fantasmagórico que choca con ese final del personaje de Cesarea Tinajero. Pero en conjunto, son dos novelas estupendas. Bueno, un saludo.
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