TURISMO RURAL

Nos habla el Hermitaño Cósmico en su blog de la lamentable impresión que causa al caminante la masificación del Camino de Santiago, cuando al llegar a Galicia el viaje interior que fue el resto del trayecto se convierte en el paseo por algo más semejante a la plaza de un mercado.
Ay, cómo le entiendo.
El pueblo de mis padres y abuelos, adonde he ido a pasar las vacaciones durante toda la vida, se ha convertido en los últimos años en destino predilecto de lo que ha dado en llamarse turismo rural. Eso que nos venden como otro tipo de turismo para los que, agotados por el ritmo de la ciudad, buscan un poco de paz.
Me da la risa. Como si alguien buscase paz.
No, porque la gente aun en vacaciones y pretendiendo querer desconectar, lo que busca, necesita y quiere es jaleo. Estar rodeada por más gente. Tener un bar cerca. Oferta de ocio. Televisión por cable. O sea, lo que busca, necesita y quiere todo el resto del año.
Y eso de rural tiene poco.
Claro, que siempre hay gente gustosa de proporcionar todo eso. Y así en mi pueblo, en donde nos pasábamos la vida mirando las vacas pastar a falta de algo mejor que hacer, ahora te encuentras todo tipo de eventos, como mercados tradicionales con artesanía made in Taiwán. Bien es cierto que la gente tiene que vivir y los ingresos de estos meses darán a muchos la oportunidad de tirar todo el año.
Por suerte, y como autóctona de la zona, aun me puedo librar de las masas. Voy pa´la braña y con mi vara de avellano en la mano, me voy monte a través. Y allí, sentada en una piedra al lado de un arroyo, sola, me admiro de que aún queden lugares así, sin hollar por la pezuña de las hordas. A las que por otra parte, tampoco creo que interese o divierta esa “paz” que yo así disfruto.

TOMÁS SEGOVIA

Una poesía para el sábado. Es de Tomás Segovia.


Toda una noche para mi tenerte
sumisa a mi violencia y mi ternura;
toda una larga noche sin premura,
sin nada que nos turbe o nos alerte.

Para vencerte y vencerte y vencerte,
y para entrar a saco sin mesura
en los tesoros de tu carne pura,
hasta dejártela feliz e inerte.

Y al fin mirar con límpida mirada
tu cuerpo altivo junto a mi dormido
de grandes rosas malvas florecido,
y tu sonrisa dulce y fatigada,

cuando ya mis caricias no te quemen,
mujer ahíta de placer y semen.

EEUU Y LA ONU

Hoy leo que EEUU está presionando para amoldar la reforma de la ONU a su política exterior. Quiere incidir en la lucha antiterrorista, no aprueba lo referente al desarme, al que considera que se da mucha importancia, pero sí insiste en la lucha contra la proliferación de armas de destrucción masiva. Sigue sin reconocer la autoridad del Tribunal Penal Internacional y también quiere evitar nuevas acciones con respecto al Protocolo de Kioto (que no ha ratificado)
Además EEUU considera que el texto que propone las reformas, casi cuarenta páginas, es demasiado largo, por lo que propone reducirlo a un resumen de ¡tres! Se ve que no conocen aquello de “leer te da más”. Jua. Pero no, no es por no leer, es por eliminar del texto para la reforma aquellos asuntos que no agradan al señor Bush. Y es que lo dicen claramente: pasan de manera amplia de las políticas para el desarrollo o a favor del medioambiente
En definitiva, que no han tenido bastante con 60 años de pasarse los dictados de la ONU por donde mejor les ha parecido, sino que ahora además quieren hacer de ella un organismo a su imagen y semejanza. Antes, aún se esforzaban por guardar las apariencias. Pero parece que ya han decidido continuar a cara descubierta, con toda la desfachatez y sinvergonzonería del que sabe que nadie le va a parar los pies.
Y digo yo, por qué no mejor eliminamos la ONU. Después de 60 años de demostrar que no vale para nada, que quien quiera se puede saltar sus disposiciones impunemente y tras los declarados casos de corrupción (cuántos no habrá ocultos)… que dejen de pintar la mona y que griten ¡barra libre! Para que cada uno haga lo que quiera. Que a fin de cuentas es lo que está pasando y pasará por los siglos de los siglos. Porque el pez grande siempre se ha comido al pequeño y eso no lo cambia ni dios.

BOLAÑO Y YO

Hasta este fin de semana yo era incondicional de Roberto Bolaño. Le descubrí con "Los detectives salvajes", y me refrendé en mi adesión con "2666". Son libros largos, donde en la trama se entrelazan multitud de historias y al final uno se queda con la ción de que falta algo.
Durante este fin de semana he leido dos más de sus libros "Amberes" y "Monsieur Pain" y ya sé lo que falta, qué es lo que se echa de menos al cerrar el libro: el final.
Que "2666", su obra póstuma, haya quedado inacabada... bueno. Pero ¿y las demás? Bolaño escribía bien, es un maestro. Pero sus tramas se deshacen en humo, en nada.
En fin, es una desilusión. Y sin embargo, estoy segura de que leeré todo lo suyo que aún me queda. Porque por otra parte, el no saber terminar una novela, o terminarla de cualquier modo, es algo muy usual.

FORTUNE

En 1975 el gobierno filipino ponia un anuncio en la revista Fortune que decía:
"Para atraer a empresas como la suya hemos derribado montañas, arrasado selvas, llenado pantanos, cambiado el curso de los ríos, reubicado ciudades... todo para facilitarle a usted y a su empresa el hacer negocios aquí..."
¿Hemos mejorado algo en los últimos treinta años? Como mucho en no tener el descaro de publicar anuncios así. Pero aun sin anuncios, la realidad sigue siendo esa.

ÓRDENES Y DESEOS

"Todos obedecen las mismas órdenes, y no obstante, todos están convencidos de que siguen sus propios deseos" dice Erich Fromm.
Gran verdad.

VICIO CARO

He llegado a la conclusión de que la ecología es un vicio caro. La ecología es para personas con dinero. Y yo tengo buena voluntad, pero de liquidez ando peor.
He estado leyendo un libro titulado "Ecología de andar por casa" y que va precisamente de eso, de lo que puede hacer cada uno en su casa para reducir su huella ecológica, no contaminar, hacer un uso inteligente de la energía y demás.
Pero es que para todo eso resulta que hace falta invertir. Si no inviertes, aunque hagas lo que buenamente puedas, no sirve de mucho. Así yo, al hacer el test que proponen al principio del libro para medir el impacto ecológico, saqué una puntuación de 70 sobre 100, como ya conté otro día. (Cuanto más cerca del 100, peor, claro)
Reciclar, separar residuos y todo eso, son menudencias. La miga está en tener electrodomésticos de gama alta, que son los que menos consumen. Consumir productos biológicos. Tener una casa bien aislada (cristales con rotura de puente térmico y esas cosas). Un baño con grifos que ahorran agua, y una cisterna en la que se puede elegir el caudal de agua. Y el colmo es si te haces instalar energía solar.
Con todo eso, tu impacto ecológico debe ser casi nulo. Si tienes dinero para pagarlo.
Y es que todas esas propuestas están muy bien. Pero es que las casas, ni las más modernas, las fabrican con todos esos extras. Los tienes que añadir tú. Y si tu casa tiene cuarenta años, como la mía, imagina la fortuna que te tienes que gastar para reducir tu impacto ecológico...
En fin, seguiré haciendo lo que esté en mi mano, mientras alego todo esto para pedir un aumento de sueldo.

NO HAY PEOR SORDO...

Dice el refrán que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Y cuánta ceguera hay en el mundo.
Pero el refran también se puede aplicar a la sordera: no hay peor sordo que el que no quiere oir. Y la gente no quier oir, la gente no escucha, la gente va con una idea en la cabeza y no importa lo que tú le cuentes que no te va a hacer caso.
No me estoy refiriendo a ese mi sentimiento de impotencia del que siempre hablo, porque la gente no hace nada, la gente no actua, la gente va a su aire... Me refiero simplemente al día a día, a la vida cotidiana.
Tengo la suerte (unos días) o la desgracia (otros) de trabajar cara al público. Y el público es sordo. El público se hace su composición de lugar, muchas veces erronea, y nunca escucha lo que tú le dices. Eso si tienes la suerte de que acuda a ti, porque el público muchas veces se hace, además, el ciego y finge (muy bien) no verte.
Entonces, tú les hablas y les explicas, y ellos hacen que te escuchan. Pero no te están escuchando en realidad, porque el ruido que hace lo que ellos piensan, esa idea con la que vienen, no les deja oirte a ti. Tiene que ser raro el estar mirando a una persona que habla delante de ti y luego caer en la cuentade que no has prestado atención a nada de lo que te ha dicho.
¿El resultado? Te preguntan algo que ya has mencionado en la explicación anterior, y que hubieran oido de haber estado atentos. Así que, con un suspiro, tienes que volver a empezar.
A veces hace gracia. Pero a la larga se hace pesado. Y es que es de necios hablar sin haber terminado de escuchar.

TENER Y NO TENER

Me dice mucha gente que, ya que me gusta tanto leer, por qué no escribo alguna cosa.
¿Qué tendrá que ver? Es como si, porque me gusta mucho la música, me pongo a tocar el piano sin tener ni idea. Cierto que puedo ir al conservatorio, y con paciencia y esfuerzo, acabar por saber tocar el piano. Pero no es lo mismo...
Es que yo soy una romántica y aún creo en eso que antes se llamaba "genio". Una chispa con la que se nace, un don que viene en nuestros genes y que en ningún lado se puede aprender. Algo que vuelve lo que haces brillante... frente a tanta opacidad como hay.
El ponerme a escribir provoca en mi dos sentimientos: el primero de rubor, ante la inmodestia que eso significaría. Y el segundo de engaño, al pretender hacer algo para lo qúe sé que no estoy dotada.
Ahora está de moda escribir. En un país en el que nadie lee, todo el mundo escribe. Y proliferan con éxito los talleres de escritura donde gente mediocre o directamente mala, alimenta sus ínfulas de escritor.
Una vez tuve la ocasión (funesta) de salir de copas con los componenentes de uno de esos grupos literarios. Todos me decían "¿Y tú no escribes?". A lo que yo contestaba, "Pues no, pero leo bastante bien". Pero lo más escalofriante era como aprovechaban los miembros (con perdón) del citado grupo PARa criticar sin piedad lo que los demás escribían... cuando los demás se iban retirando en el transcurso de la noche. Nadie tenía el valor de decir a otro cara a cara que lo que escribía no era bueno. Tal vez por miedo a recibir una opinión similar de sus escritos.
Sobre todo, había un señor mayor que tenía una novia muy joven a la que se suponía había conquistado por lo bien que escribia... En fin, bochornoso.
Ahora que lo pienso... podría escribir la historia de esa noche. Jajaja.

HUELLA ECOLÓGICA

Estoy desconsolada.
He hecho un test para valorar mi impacto sobre el medio ambiente y el resultado es de 70 sobre 100...
¡Soy una terrorista ecológica!
Y si yo lo soy, con lo que me preocupo por estos temas, ¿qué no serán otros?
Ay, qué desazón.

EL SEXO ESTÁ EN EL AIRE

Bueno, pues como mi nuevo propósito es hablar de algo interesante pero agradable, qué mejor que hablar de lo Único, es decir, sexo.
Y es que quiero comentar un reportaje que aparecía ayer en El País Semanal, un reportaje titulado “El sexo está en el aire” y en el que se venía a decir, más o menos, que en los últimos diez años se ha vivido en España un despegar sexual, una vivencia desinhibida de la sexualidad, un rezumar de sexo en la publicidad, en la televisión, en las agencias de contactos, en las tiendas especializadas…
Oh, qué bien. Sexo, sexo, sexo.
Pero claro, hay que ir al detalle. En el detalle está la cuestión. Y el detalle es que en el mismo reportaje nos daba una cifra: los españoles hacen el amor una vez cada tres días y en ello emplean unos veinte minutos.
No se qué opinarán ustedes pero a mi me parece muy pobre esa vida sexual. Una vez cada tres días ¡y en veinte minutos! Menudo repunte de la sexualidad española. Qué penita.
Y luego otro dato, que a mi como mujer no deja de llamarme la atención. Las mujeres jóvenes, solteras, que van en busca de sexo, siguen siendo consideradas como “lobas” y su actitud asusta a los hombres. Pues menos mal que ha habido un avance sexual, una tendencia a la desinhibición, que si no nos veía a todas con cinturón de castidad…
Lo mejor es que en el mismo dominical incluyen otro reportaje sobre madres adolescentes en que nos habla de que la cifra de jóvenes madres aumenta cada año. Así que no sé, es para replantearse si de verdad la sexualidad de este país ha avanzado tanto.
Y es que ya lo decía el tío Torbe: en España se folla poco, y se folla mal.

TARUMBA

A veces se hace muy necesario desconectar, ante el riesgo de volverse tarumba.
Quiero decir que, como decía el tango, “el mundo es y será una porquería” y aparte de despotricar en este blog y en los ajenos, poco más se puede hacer. Muchos me han dicho que despotricar ya es algo. Pues bueno…
Pero claro, lees las noticias, te das una vuelta por los blogs de los demás, lees lo que opinan, opinas tú, discutes, rebates, te enteras de cosas horribles que pasan y que no sabías, difundes las cosas horribles que tú sabes y los demás pueden ignorar… y no se puede evitar caer en depresión.
Te pasas el día pensando “qué mundo este, no tiene salvación, todo es una mierda” y cosas de ese jaez. Y vas hilando post tras post en un tono cada vez más apocalíptico y más desesperanzado.
Mi hermana, que es una mujer con mucho sentido común y que (por suerte o por desgracia) de Internet, nada de nada, cada vez que llego y le cuento las atrocidades de las que me entero me dice “Arbiera, te vas a volver loca”. Y puede que tenga razón.
No dudo que sea necesario vivir al tanto de lo que pasa. Es más, creo que es muy necesario. Pero como alguien dijo, hay que separar el grano de la paja. Y no perder de vista otras cosas, las cosas buenas que tiene la vida (según otra canción). Pasarse una tarde de cañitas con los amigos, sentarse a la fresca al anochecer en un parque, echarse una siesta o tumbarse a leer un buen libro, son cosas que me devuelven la esperanza y la fe.
No todo va a ser las fechorías de Bush, los disruptores hormonales o las mujeres de Ciudad Juárez. Dejemos un espacio a la alegría. A ver si encuentro cosas interesantes pero agradables que dejar aquí.
Por no volverme tarumba.

ARMAS NUCLEARES EN IRÁN

Anda, y yo que no tenía tema para el post de hoy… Pero mirando los blogs de los demás, siempre se encuentra inspiración.
Así veo en el último post de Fénix, la noticia de que EEUU sostiene que Irán está en condiciones de desarrollar armas nucleares en el plazo de diez años. Y digo yo: ¿A EEUU qué le importa lo que tenga Irán? ¿Acaso no las tienen (y han sido los primeros en usar) ellos mismos?
También tienen armas nucleares el Reino Unido, Francia, lo que quede de la URSS, China, India y Pakistán. Además de Israel (subvencionadas por Estados Unidos) y Suráfrica. Así que, para aprovechar estos cinco años hasta que Irán ya tenga listas sus bombas nucleares, por qué no van los chicos de Bush a darse una vueltecita por esos lares. Para ir acabando con toda la gente mala que fabrica bombas, digo.
¿Qué busca el señor Bush? ¿Y por qué hay quien le apoya? ¿Por qué el resto de los países no se sirven de algún tipo de veto o censura?
Supongo que lo que quiere es el petróleo, ese “oro negro” que se acaba. Y en vez de dedicarse a promover la investigación en energías limpias y renovables, se lanza a una guerra que se nos vende como una lucha por nuestra propia seguridad.
Pues antes de todo esto yo me sentía más segura. Sí, en aquellos tiempos en que no había soldados con cetme patrullando en el cercanías.

LEER TE DA MÁS

En un comentario en el blog del Hermitaño Cósmico, dice el mantenedor de El Duende de los Extravíos (blog que os recomiendo), que ahora lee menos porque esto de los blog lleva mucho tiempo.
Pues no hay que leer menos, hay que leer más.
Según un estudio encargado por la Federación de Gremios de Editores de España con datos de 2004, sobre una población de mayores de 14 años, y hecho público en febrero de 2005:
- El 45% no lee libros nunca o casi nunca.
- El 55% son lectores. Y de ellos:
- El 39,6% lee libros “alguna vez a la semana (lectores frecuentes)
- El 15,4% lee libros “alguna vez al mes o al trimestre” (lectores ocasionales)
El estudio revela también que leen más: las mujeres, los jóvenes entre 14 y 24 años., los que viven en poblaciones de mayor tamaño y los que tienen estudios universitarios superiores.
Pero el dato, el dato escalofriante, es que sólo el 39,6% lee libros alguna vez a la semana. Y es que para mi, que como dicen en no sé qué película, soy yonqui de la palabra escrita… para mi, eso es inconcebible. ¿Cómo se puede vivir sin leer, qué vida vacía es esa?
La de veces que un libro en mi mano me ha salvado de todo…
Y claro, sobra decir que a la luz de esos datos se comprenden muchas cosas. De este país (llamado España) y de su paisanaje.
Para remate, copio aquí otra poesía de Luis Alfonso de Cuenca:


LIBROS

Qué sería de mí sin vosotros,
tiranos y, a la vez, embajadores,
de la imaginación,
verdugos del deseo
y, al mismo tiempo, mensajeros suyos,
libros llenos de cosas deplorables
y de cosas sublimes,
a los que odiar
o por los que morir.

LA NATURACIÓN URBANA Y LA EXTINCIÓN DEL GERANIO

Por fin me he terminado esa historia medioambeintal del s. XX que mencionaba en un post anterior.
El libro, que no está del todo mal, se cierra con un capítulo de conclusiones en el que el autor nos dice que un cambio es imprescidible, puesto que nuestra sociedad ha entrado en "crisis ecológica", en cuanto que nuestras actividades son insostenibles: no sabemos durante cuánto tiempo podremos seguir sosteniéndolas o qué ocurrirá si lo hacemos. Este cambio, dice, ha de realizarse poco a poco, puesto que va a resultar desgarrador, ya que significa la ruptura con todo un sistema de vida, incluyendo la economía y por supuesto, la política. Y esto supone, a juicio del autor, "adaptaciones engorrosas, pero que evitarían otras más traumáticas".
Sin embargo a lo largo del libro se desarrolla una idea muy preocupante, la de que las sociedades que se sienten "amenazadas" no dedican ningún esfuerzo a mejorar los aspectos medioambientales, puesto que toda la energía se aplica en la defensa. De esto deduzco que, tal y cómo está la cosa, podemos ir preparándonos a enfrentar las adaptaciones traumáticas.
Es exasperante que a nadie preocupe la situación (medioambiental) del planeta. En vez de trabajar por un mundo mejor, mira a lo que se dedican los mandamases... Si es que vamos para atrás.
Yo he encontrado esto de la "naturación urbana" y me parece requetebien. "La naturación urbana es la incorporación del medio vegetal en la ciudad, y más particularmente en el edificio, permitiendo que las ciudades reparen la naturaleza que ellas mismas destruyeron". Y me parece requetebien, como digo, habida cuenta de que parece ser que las terrazas con plantitas (como la mía) están pasadas de moda. Ya no se construyen edificios con teraaza, a lo sumo te colocan un mirador y yo, desde este mi púlpito, vaticino la extinción del geranio.